“Soñar hasta enloquecer. La historia continúa”.
Un musical para hacer posible el encuentro.
Tal como se enuncia en el título, así se denominó nuestro musical de este año. El mismo hizo eco, de lo transitado desde hace dos años a esta parte, en donde las ideas compartidas fueron el insumo necesario para crear.
Porque para nosotros como comunidad, crear es hacer posible más allá de las palabras, de los gestos y de las vivencias. Es hacer presente la magia de lo más interiormente guardado, de lo que nos atraviesa, de lo que creemos…
En este nuevo tiempo y desde siempre, estamos convencidos de que existimos porque conocemos nuestra esencia.
Porque somos aquello que podemos narrar de nuestra vivencia.
Y en ese contar historias de nuestro pasado, hoy, una vez más; contamos la nuestra.
Porque nuestra historia es el certificado de existencia de nuestra razón de ser. Es nuestra identidad.
Poder contar nuestras experiencias vividas nos hace ser y sentir comunidad.
Si olvidamos…no somos…no existimos…perdemos nuestras raíces…las ignoramos. E ignorar el pasado es morir en el presente.
Lo vivido rememorado es futuro asegurado y fructífero, como comunidad, como grupo humano, como pueblo de Dios…
Recordar a Fray Ángel María Boisdron, a cien años de su partida a la casa del Señor, nos hace parte de la comprensión de nuestro hoy…
Es como contemplar las fotos de un pasado en sepia que pinta un presente con las más bellas tonalidades…
En el marco del color, la emoción, la música, la danza y la entrega; es que una vez más hicimos realidad nuestro sueño. Porque creemos en el trabajo compartido, en la convocatoria voluntaria, en el talento de cada uno, en la multiplicidad de lenguajes y en el arte como expresión de una comunidad que crece día a día.
Estudiantes, directivos, docentes, familias; todos convocados y tentados a participar de una propuesta diferente que, gracias a Dios, vemos crecer año tras año y ello, nos enorgullece.
Quiera Dios, que nuestra madre nos siga iluminando con las ideas que hagan posible la expresión en sus diferentes formas. Porque ello permite y seguirá permitiendo que todos podamos ser parte.
Y para cerrar este sencillo texto queremos destacar estas palabras de nuestra Madre Elmina que siempre está presente en nuestro peregrinar, como guía y luz en el camino:
…” que esta canción que más que canción es una plegaria sirva también, para desearles lo mejor…y además de desearles que sean felices, quisiera rogarles que lo sean…quiero pedirles que no escatimen esfuerzo en serlo; que luchen para serlo. Que nunca bajen los brazos, si lo que están esperando es la felicidad. Para eso hemos venido a este mundo…para ser felices, para dar amor, para abrir nuestra alma…permítanme agradecerles por todo lo feliz que me han hecho a mí por seguir mis pasos…gracias…”
Dios bendiga a nuestra comunidad con tantas ideas como sueños, con tanto arte como talentos, con tanto amor como fe… y que jamás se apague esa llama interior en cada uno de los que hacemos esta tarea posible, porque el sueño de Elmina recién comienza…
Prof. Noemí G. Castiglione.