Como cada año, el voluntariado de nuestro colegio, emprendió su tradicional viaje a Ascochinga, un lugar lleno de calidez donde las familias del pueblo de “La Pampa”, reciben a los voluntarios con los brazos abiertos y el corazón listo para compartir historias que acercan y construyen comunidad. Este año, el espacio de formación de los voluntarios fue animado por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional junto a voluntarias del Colegio Sagrada Familia (Santa Fe) y se comprometieron en el acompañamiento de los adolescentes un grupo hermoso de adultos, docentes del colegio. También se sumaron Yanina e Ingrid del barrio La Ribera.
Para los voluntarios de nuestro colegio, la misión, no es sólo un destino, sino un refugio que les permite ser auténticos y crecer como personas, acompañando a otros. Participar en las actividades, jugar con los niños y compartir momentos con otros jóvenes que viven el mismo carisma, hace que esta experiencia sea única y significativa.
Las actividades que se realizan durante la misión son las siguientes:
- Visita a la escuela y familias del pueblo de La Pampa.
- Actividades lúdicas en el predio de la casa.
- Celebración de la novena de la Virgen del Rosario del Milagro en las Fiestas Patronales del pueblo con procesión y Eucaristía.
- Espacios de formación para los voluntarios.
Compartimos algunos testimonios de los voluntarios:
Testimonio de Martínez, Grecia:
“Como todos los años, el Voluntariado viaja una vez más a Ascochinga, un lugar donde las familias nos esperan con los brazos extendidos y el mate listo sobre la mesa para contarnos cosas de su vida, incluso sin conocernos. Para mí, el voluntariado y ese lugar, son espacios seguros, que sanan y me permiten ser yo misma. Me hace muy feliz estar ahí ayudando, jugando con los chicos, colaborando en las actividades o simplemente compartiendo momentos con otros voluntarios. Es muy lindo pasar tiempo juntos, porque todos estamos ahí por un mismo objetivo: acompañar, escuchar y brindar lo mejor de nosotros.
Me llena el alma este viaje, y desde que yo comencé el voluntariado cada año, cuento los meses para que llegue octubre y podamos vivir nuevamente esta hermosa misión. Ascochinga es un lugar donde me encuentro conmigo misma y con los demás, donde aprendí lo valioso que es dar y estar presentes. Porque a veces hace falta ver más allá de nuestra realidad para comprender lo afortunados que somos”.
Testimonio Gjicovich, María Emilia:
“Para mí, como primer experiencia fue hermoso y lo disfruté mucho, estoy muy agradecida de poder vivir estos momentos con el grupo que tenemos ya que puedo ser yo misma y estar muy cómoda.
Cada momento de la misión fue único y muy importante, aprendí mucho y espero poder seguir al servicio a todo aquel que lo necesite.
Espero que estas experiencias sigan por mucho tiempo más, porque son aquellas que te forman y te hacen mejor persona💗”
Testimonio Kiara Pérez:
“Es la primera vez que fui a misionar y fue una experiencia única, aprendí que la esperanza es lo más valioso para todos y que, las familias, nos esperan con mucho entusiasmo, tanto que emociona. Agradezco la oportunidad de haber vivido esta misión ya que lo que se vive allí, no se vive en ningún otro lado y todos deberíamos poder volver a conectar con la fe”.