“LEER ES ESTAR SOÑANDO CON LOS OJOS ABIERTOS”
Que los niños y jóvenes no lean ha pasado a ser una frase recurrente en el mundo adulto casi como una disculpa frente a las dificultades que nos enfrentamos los educadores. ¿Cómo convertir este “problema” en un desafío?
Los adolescentes fácilmente han ido perdiendo el hábito de leer, uno de los hábitos más importantes en la vida del ser humano. Leer es más que un simple verbo, leer es introducirse hacia otras perspectivas de la vida, es ir más allá de la imaginación del escritor y del lector. Como docentes debemos reforzar ese hábito, introducir a los adolescentes nuevamente en el gusto por la lectura y en los beneficios que pueda traerles.
Con buenos libros, momentos de encuentro y sostén en el tiempo, todo adolescente puede convertirse en lector. Es nuestra tarea proponer actividades que fomenten la lectura, no sólo con fines didácticos, sino por el gusto y el placer de leer. Esta práctica debemos desarrollarla en un ambiente relajado y tranquilo, que invite a la lectura individual o grupal, a la concentración y al intercambio de ideas, sensaciones y experiencias.
Nuestra propuesta en primera instancia es trabajar con el libro “Sé que estás allí” de Lydia Carreras de Sosa, autora rosarina. La misma busca la atención de los jóvenes a través de historias y situaciones de la vida real. En este caso, el personaje principal sufre humillaciones y acoso por parte de sus compañeros debido a un trastorno de sus cuerdas vocales.
En los últimos años ha aumentado la violencia en las aulas, no sólo en número de casos, sino también en agresividad frente a las acciones negativas que van dirigidas a las víctimas. Por ello consideramos que la lectura de este libro permitirá a los niños acercarse al protagonista y a sentirse identificado de algún modo.
Considerando que es una responsabilidad compartida de la comunidad educativa y de las familias evitar que el acoso escolar siga existiendo en nuestras aulas, se propondrán también actividades en las que podamos trabajar conjuntamente con los niños.
Por último no podemos negar que la literatura tiene la virtud de desequilibrar, de manipular, de conmover, de “transformar”. Por tal motivo, la lectura será una de las principales tareas de este año escolar.
“Nunca somos los mismos después de leer un libro”